Limitar la vida a las cuatro esquinas de tu smartphone parece estar de moda. Pero se está volviendo molesto.
Durante mucho tiempo, la mujer y el hombre modernos realizaban sus llamadas con un simple teléfono móvil o, más mundano, un teléfono celular. Hoy en día se llaman teléfonos inteligentes y muchos alumnos de primaria ya tienen en su poder esta maravilla técnica, que desde hace tiempo está pensada para algo más que para llamar por teléfono. Los teléfonos inteligentes son cada vez más sofisticados en términos de funcionalidad y características. Pero tienen que serlo, porque, al fin y al cabo, los distintos fabricantes inundan periódicamente el mercado con nuevos dispositivos que se supone que seguirán vendiéndose bien. El smartphone fue creado por el fabricante Apple. El iPhone 1.0, que apareció en 2007, combinaba funcionalidad, facilidad de uso y diseño en una calculadora de bolsillo, dando así en el clavo de la época. Pero muchos consumidores se preguntarán si se ha llegado al final de la línea en algún momento. Al fin y al cabo, es probable que no puedas volar a la luna con un smartphone en un futuro próximo.
El smartphone como asesino del ocio y la carrera
El uso de nuestro propio smartphone nos quita más tiempo cada día de lo que podríamos pensar o querer admitir. Al fin y al cabo, nos encontramos revisando nuestros correos electrónicos una y otra vez justo antes de acostarnos. Para el empresario, esto significa básicamente tiempos maravillosos, ya que el 88% de los empleados están disponibles para sus superiores, incluso después de las horas de trabajo y hasta en vacaciones. Pero lo que es una bendición para los empresarios por la tarde puede ser una maldición para ellos durante el día. A saber, cuando los empleados se distraen constantemente con el smartphone. Por ello, cada vez son más las empresas que avanzan hacia la prohibición de los teléfonos móviles en el trabajo, con las correspondientes sanciones para quienes sean sorprendidos utilizándolos.
¿Es el smartphone una sustancia adictiva moderna?
En Alemania hay unos 113 millones de teléfonos móviles. Más de la mitad de los menores de 30 años poseen un smartphone. Una y otra vez, uno observa estas escenas o se convierte en parte de ellas: En el caféé o en el metro, los jóvenes se sientan unos frente a otros, absortos en sí mismos, desplazándose por sus mensajes en Facebook sin mirarse ni fijarse en la gente que les rodea. Y en el restaurante, el smartphone está en la mesa junto al tenedor y el cuchillo como algo normal. Una vida sin smartphone es casi inimaginable para la mayoría de los consumidores. Ya está demasiado integrado en la vida cotidiana del hombre moderno.
Un sociólogo estadounidense llega a calificar los smartphones como una parte del cuerpo que convierte a las personas en hombres máquina. Es cierto que el hombre se ha sometido a la tecnología. Por un lado, nos hace responsables e independientes y, por otro, nos lleva a la esclavitud. Sin embargo, cada persona tiene la libre elección de dejar su smartphone y percibir conscientemente el aquí y el ahora. Te sorprenderá lo que hay por descubrir en la realidad.
Utopía o realidad - Prescindir de los smartphones
La constante distracción y accesibilidad que trae consigo un smartphone es sin duda un arma de doble filo. Es a la vez una maldición y una bendición poder estar localizado en cualquier parte del mundo en cualquier momento, o poder buscar en Google todo al instante. Cada vez hay más personas que sufren los síntomas del burnout en estos días; lo que es particularmente llamativo en este caso es que el número de pacientes jóvenes entre ellos está aumentando cada vez más.
Ahora, por supuesto, no hay pruebas de que los teléfonos inteligentes puedan ser la razón de esta enfermedad moderna generalizada; sin embargo, es razonable que una persona se queme en algún momento si quiere estar informada, involucrada y actualizada en todo momento y en todas partes. Esto hace que sea cada vez más difícil mantener la distancia. Lo que resulta especialmente paradójico en este caso es que el contacto personal con otras personas disminuye con el uso del smartphone (a través de mensajes de texto o de WhatsApp), pero aumenta la sobrecarga por el intercambio constante con otros propietarios de smartphones. Por lo tanto, no es de extrañar que cada vez más personas quieran separarse de la generación de los smartphones. Para estas personas, se aplica el lema „Simplemente apaga“.
Acerca del autor Urs Langmeier Fundador y Director General de Langmeier Software
No quiero complicar nada. No quiero desarrollar el software empresarial definitivo. No quiero figurar en una lista de tecnología punta. Porque las aplicaciones empresariales no son eso. Se trata de asegurarse de que sus datos están perfectamente protegidos. Y se trata de asegurarse de que todo funciona sin problemas mientras usted mantiene el control total y se centra en hacer crecer su negocio. La sencillez y la fiabilidad son mis principios rectores y me inspiran cada día.
Limitar la vida a las cuatro esquinas de tu smartphone parece estar de moda. Pero se está volviendo molesto.
